El proyecto ANIMALES SIN CASA fue realizado en el Taller de Alma por chicos de 9 y 10 años durante 2015.
La propuesta surgió como la posibilidad de trabajar grupalemente sobre un sitio especifico: el frente de una casa desocupada en Virrey Loreto y Delgado, en el barrio porteño de Colegiales.
El grupo pudo observar el lugar y su entorno. Simultáneamente, entre charlas, debates y votaciones, eligieron entre todxs un tema de interés: en Argentina, la mano del hombre destruye o altera el hábitat de variadas especies de animales que, por falta de alimento y vegetación, se han extinguido o están en peligro de hacerlo.
Los chicos del Taller hicieron bocetos y propusieron ideas para realizar esta obra colectiva. Imaginaron que, como solución al problema del hábitat, algunos de estos animales migraban a Buenos Aires y ocupaban esta casa.
Entre todxs pintaron afiches que, como un rompecabezas, conformaron un falso frente de la casa en el cual podemos ver a los animales humanizados y asomándose por puertas y ventanas.
Para llamar la atención de los transeúntes hacia el mural, pensaron también en que estos animales se manifestaran y reclamaran por sus condiciones de vida. Lxs chicxs hicieron mascaras a partir de cajas de carton que se pusieron. Con ellas caminaron en círculos por la plaza San Miguel de Garicoits, haciendo ruido y repartiendo volantes a la gente que pasaba.
La propuesta surgió como la posibilidad de trabajar grupalemente sobre un sitio especifico: el frente de una casa desocupada en Virrey Loreto y Delgado, en el barrio porteño de Colegiales.
El grupo pudo observar el lugar y su entorno. Simultáneamente, entre charlas, debates y votaciones, eligieron entre todxs un tema de interés: en Argentina, la mano del hombre destruye o altera el hábitat de variadas especies de animales que, por falta de alimento y vegetación, se han extinguido o están en peligro de hacerlo.
Los chicos del Taller hicieron bocetos y propusieron ideas para realizar esta obra colectiva. Imaginaron que, como solución al problema del hábitat, algunos de estos animales migraban a Buenos Aires y ocupaban esta casa.
Entre todxs pintaron afiches que, como un rompecabezas, conformaron un falso frente de la casa en el cual podemos ver a los animales humanizados y asomándose por puertas y ventanas.
Para llamar la atención de los transeúntes hacia el mural, pensaron también en que estos animales se manifestaran y reclamaran por sus condiciones de vida. Lxs chicxs hicieron mascaras a partir de cajas de carton que se pusieron. Con ellas caminaron en círculos por la plaza San Miguel de Garicoits, haciendo ruido y repartiendo volantes a la gente que pasaba.
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